Atención Primaria garantizará la asistencia integral en los centros sociosanitarios de La Rioja

«Ambas consejerías, con competencias en dos servicios esenciales como son la sanidad y los servicios sociales vamos de la mano para garantizar la atención asistencial a este colectivo», ha destacado María Somalo durante una comparecencia en el salón del centro en la que, ante una nutrida representación de residentes, le han acompañado, además de Pablo Rubio, Carmen Benito, directora general de Dependencia, Discapacidad y Mayores, y Alicia Ibáñez, subdirectora general de Coordinación Sociosanitaria y Cuidados.

«La razón de este protocolo es atender de la mejor manera posible a los usuarios de este tipo de residencias y garantizarles un continuo asistencial», ha añadido la consejera, quien ha recordado que «tenemos un nivel de envejecimiento mayor que la media de España y, además, los indicadores nos dicen que cada vez va a ser aún mayor, ya que para el año 2035 será casi un 30% la población mayor de 35 años en La Rioja y la tasa de independencia en mayores de 64 años se incrementará del actual 34% hasta el 49%».

«La sanidad pública debe proteger la salud de todas las personas independientemente de su lugar de residencia y deben ser cuidadas allí donde viven con el soporte sanitario adecuado», ha defendido la consejera que, con la atención a la cronicidad como prioridad, ha advertido de que el aumento significativo del consumo de recursos sociosanitarios que se prevé «obliga a reorientar el actual sistema para poder dar una respuesta eficaz a todas esas necesidades y recursos que vamos a tener que emplear en la atención a estas personas con una especial vulnerabilidad».

«Se va a crear una comisión de coordinación, se va a crear un programa y se va a intentar asignar a los médicos de Atención Primaria correspondientes a los residentes y se va a fijar que entre los equipos de Primaria y los propios profesionales de las residencias exista una cooperación, interconsultas y medios de comunicación, entre médicos, Enfermería, Farmacia...», ha aclarado, por su parte, Pablo Rubio, quien ha defendido que «queremos que los residentes sean personas con todos los derechos que se reconocen al resto de la sociedad, entre otros el derecho a la asistencia sanitaria, pero también a la prevención y a la rehabilitación».

En cada equipo se asignará una enfermera de Atención Primaria como referente del programa con el objeto de coordinar las actuaciones necesarias dentro del equipo para garantizar la atención sanitaria que debe ser prestada, en coordinación con la titularidad del centro residencial y los profesionales sanitarios del mismo.

Tras admitir los problemas de coordinación detectados durante estos dos últimos años de pandemia, el consejero de Servicios Sociales ha insistido en que «queremos regular la atención sanitaria en las residencias, teniendo la idea clara también de que los centros no son hospitales ni centros de salud. Lo que hace el protocolo es asociarlo a la Atención Primaria y al derecho a la atención por parte de los profesionales correspondientes donde también la Enfermería tiene un papel importante».

Por ello, el protocolo va a asignar a los respectivos centros de Atención Primaria esa asistencia y, además, va a crear un programa de atención a la especificidad de las personas residentes dentro de Primaria, ha concretado Rubio, quien tras recordar que «las residencias seguirán teniendo recursos propios en el ámbito de la salud, con sus médicos y enfermeras», ha defendido que «el centro de gravedad de la atención sanitaria debe estar en la red sanitaria».

En el mismo sentido, la consejera de Salud ha admitido las lagunas detectadas en la pandemia. «Ha habido situaciones en la que la Atención Primaria ha estado tensionada y ha sido difícil conseguir que las bajas y los déficit de personal por los que han pasado los profesionales de las residencias se sustituyeran por los responsables de Atención Primaria y es cierto que la atención domiciliaria podía haber sido mejor y que el apoyo de los centros de salud ha podido ser insuficiente», ha confesado María Somalo, quien ha avanzado que, además de potenciar la coordinación entre las inspecciones sanitarias y de servicio sociales encargadas de la nueva estrategia de vigilancia del COVID y del resto de enfermedades infecciosas, «vamos a preparar equipos de intervención de Atención Primaria para el caso de que vuelva a haber algún problema o algún brote infeccioso no necesariamente de COVID, puede ser gripe, para poder apoyar de manera eficaz a los centros residenciales».

«Estamos hablando del envejecimiento del envejecimiento y eso requiere que haya necesidad de más recursos asistenciales», ha concluido Pablo Rubio quien ha recordado que este mismo año se van a incrementar en 300 las actuales plazas concertadas en residencias (hoy la mitad de las 3.200 existentes) y que se va a aumentar hasta 4.200 la cifra de usuarios del servicio de Teleasistencia.